lunes, 4 de febrero de 2013

VISIONES DISRUPTIVAS DE LA EDUCACIÓN


                                          
El objetivo de esta ponencia es comunicar cómo es necesario lograr el aprendizaje mediante la disrupción de los formatos pedagógicos tradicionales.
El análisis de la realidad que plantea María Acaso, profesora e investigadora en el área de la educación artística, me parece muy interesante.
He buscado la imagen de la campaña de Sisley, a la que hace referencia al principio, y me ha impactado. La imagen de las dos adolescentes “consumiendo” el vestido es muy reveladora, y resume a la perfección la realidad que rodea a los niños y jóvenes de la actualidad: consumismo, culto al cuerpo, etc.
Me ha sorprendido el término de Pedagogía tóxica.
Me parece un poco arriesgado hablar de que, en la actualidad el 99% de los docentes, emplean ese tipo de metodología. Es cierto que muchos de ellos se limitan a dar las clases magistrales, pero tanto como “envenenar” el pensamiento propio, “entumecer” la mente de los alumnos…Creo que es exagerado.
Pienso que se podría hablar de que los docentes en la actualidad no dejan pensar por sí mismos a los alumnos, se les da todo hecho, no fomentan el pensamiento crítico, los debates, etc.
En definitiva, consiguen que el alumno dependa del conocimiento externo.
Estoy de acuerdo en que actualmente se persigue el alumno tipificado, y se concibe el entorno escolar como producción, como parte de un proceso de industrialización. Ken Robinson en su paradigma del sistema educativo, deja muy claro que el sistema actual, concebido en la época de la revolución industrial, se ha quedado obsoleto. Yo creo que, en parte, contribuye a ello la comodidad del docente, lo tiene todo estereotipado, y así no espera sorpresas en el aula. Es una manera de tenerlo todo bajo control.
En cambio, el término empleado de Educación bulímica sí lo encuentro más acertado. Es cierto que todos, alguna vez en nuestra trayectoria de estudiantes, hemos memorizado datos, los hemos vomitado en el examen, y ya ni los recordamos.
Estoy de acuerdo en que este tipo de aprendizaje es “artificial”, pensamos que sabemos, cuando en realidad estamos almacenando datos, cifras, etc., de manera mecánica. La mayoría de ellos, son datos que no nos interesan, principalmente porque no están relacionados con nada de nuestro entorno, con nada que nos rodea, y que despierte nuestro interés.
Algunos de los puntos que expone María Acaso me parecen fundamentales a la hora de avanzar hacia un paradigma posmoderno.

1. Basar la enseñanza en el aprendizaje.
Es decir, olvidarnos de la “nota final”, que oprime al alumno, que es como una pesada losa que le persigue a lo largo de todo el curso, y no deja libertad para la exploración, la diversión, el entretenimiento. Se descuida de esa manera la alegría de descubrir algo nuevo, la satisfacción de encontrar una solución a un problema.


2. El formato.
Cambiar la metodología de “sesión magistral”, por otras más innovadoras. No se puede enseñar lo mismo del mismo modo en todas las épocas.
No podemos obviar el mundo de la información que nos rodea, los recursos tecnológicos con los que contamos, etc. A tan solo un clic, estamos al alcance del conocimiento. Esto también hace cambiar el concepto de profesor con respecto a las épocas anteriores. El docente ya no es la “fuente de sabiduría” como lo era años atrás. Creo que, en la actualidad, el docente debería convertirse, más que un transmisor de conocimientos, en un guía, alguien que descubra las motivaciones de los alumnos, que le enseñe a conocerse a sí mismos y descubrir sus destrezas y habilidades.

3. La importancia del viaje, el proceso, frente al resultado.
De nuevo, el cambio de mentalidad para valorar más el aprendizaje que la calificación final.

4. La creatividad.
Entendida, no solo como la capacidad creativa de los alumnos, sino de los docentes, la capacidad de innovar, de proponer nuevas metodologías para crear proyectos e involucrarse en la problemática actual.
Por desgracia, a medida que vamos creciendo, y a través de la educación recibida en la escuela, vamos eliminando la creatividad de nuestras vidas por miedo a equivocarnos (Robinson).

5. La política en el aula.
Me parece muy importante establecer procedimientos más democráticos, que permitan relacionar a los alumnos y los profesores en planos más horizontales. Esto se puede conseguir a través de la comunicación en el aula, la participación activa de los alumnos, las dinámicas de grupo, etc.

6. La reflexión.
Resulta fundamental detenerse un instante y pararse a pensar: ¿para qué educamos?, ¿a quiénes?, ¿cómo?
Pasar de una educación industrial, donde todos los alumnos son dependientes, a una educación artesana, en la que se pretende enseñar a los alumnos a ser personas independientes, seres emancipados.

El siguiente ponente es Olivier Schulbaum, perteneciente a la organización Platoniq, y me ha gustado mucho la comparación que hace de cómo eran las organizaciones hace 2000 años, las que tenían los ejércitos romanos, y la comparativa de cómo son las estructuras organizativas de las instituciones en la actualidad. Mediante un sencillo esquema, se puede apreciar cómo dicha estructura no ha cambiado sustancialmente, es decir que a pesar de que las herramientas han avanzado notablemente, se mantiene la misma estructura.
El último de los participantes, Felipe Gil, pertenece a ZEMOS 98, me ha llamado la atención la reflexión que ha hecho acerca de la obsesión de la gente acerca de las nuevas tecnologías. La pregunta: “¿Hasta cuándo van a ser nuevas?” Es muy interesante. Lo plantea como estrategia del mercado que te hacen sentir desactualizado constantemente con los productos que oferta.
En cuanto a la definición de disrupción, él hace reflexionar sobre si realmente es necesaria una palabra tan bélica para designar una reinvención sobre algo que no está funcionando en la actualidad.

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